Siguiendo con el tema del Marketing Online y cómo éste ha venido a sustituir al Marketing convencional, es importante resaltar sus grandes ventajas para entender que el tiempo y dinero invertidos en él, son precisamente eso: inversiones; no gastos.

Cuando una compañía invierte en Marketing Online, tiene a su alcance una diversidad de herramientas que le podrían permitir llegar de manera adecuada, tanto a sus clientes potenciales, como a su mercado cautivo. Dichas herramientas (el mailing, el uso de redes sociales, el sitio web y otras más), le traerán beneficios que no podría conseguir fuera de la red.

Se puede interactuar con el cliente como en ninguna otra plataforma

Con un mercado cada vez más competido, en donde es importante saber qué es lo que el cliente desea, no solo para satisfacerlo, sino para hacerlo fiel a una marca, la interacción es un punto medular que permitirá hacer una segmentación adecuada. Con el Marketing Online, los monólogos han quedado obsoletos y se ha dado paso al diálogo.

El cliente y la marca serán capaces de entablar conversaciones  y con ello se podrá generar una verdadera retroalimentación que manifieste de manera más tangible cuáles son las áreas de oportunidad a mejorar, acorde específicamente a lo que el cliente piensa y manifiesta directamente con la marca.

Si eso no fuera suficiente, que haya diálogos entre cliente y marca, permite crear lazos. Tema muy importante a considerar, del cual se habló en entregas anteriores.

La exposición de la marca es global

Mientras en los medios de comunicación masiva hay un muy marcado límite geográfico (por ejemplo, un espectacular será visto única y exclusivamente por la gente que pase en donde éste se ha colocado y un anuncio de televisión solo podrá ser visto en los países que tengan acceso al canal donde se publicitó), en internet no hay fronteras. Si el producto es atractivo y se hace el esfuerzo suficiente, el límite es el mundo, no menos.

El contenido es potencialmente viral

Cuando el cliente entró en un estado de flujo y quedó atrapado por lo ofrecido por una marca en la web (ya sea por la interactividad del sitio, por sus contenidos o por sus productos, entre otras), estará dispuesto a compartirlo con los demás. Es muy popular oír el término ‘viral’ al hablar de videos; no obstante, la viralidad no es propia de los videos. Cualquier cuestión en línea que manifieste calidad y que atraiga a alguien es candidata firme a ser compartida y cuando esto pasa se puede crear un efecto dominó. Cuando el contenido atrapó  a una persona, esta persona podrá sentir un impulso por compartirlo, al hacerlo, otras personas tendrán acceso al mismo y el proceso se podrá repetir de una manera incontable.