La seguridad en internet ha mejorado mucho con los años, cosa que no sorprende porque tanta información personal tenemos en la web que es necesario el que nuestros datos se mantengan seguros y simples de usar. Pese a esto, los problemas de seguridad no dejan de existir, hoy hablemos del robo de identidad.
El robo de identidad consiste en alguien más entrando a nuestros perfiles, dicho acceso claro está, no es autorizado por nosotros. Redes sociales pueden ser el objetivo de los usurpadores, pero además cuentas de correos, bancarias o de cualquier otro perfil privado puede ser de interés a los delincuentes cibernéticos.
Aunque existen formas más sofisticadas de robar la identidad, las redes no cifradas cada vez más comunes en áreas públicas como parques, malls, escuelas o aeropuertos son lugares en los que la seguridad queda vulnerable.
Tengamos en cuenta también que los descuidos pueden ser fuentes de datos que lamentemos, el compartir con la pareja la contraseña, el usar una misma contraseña para varias cuentas, el perder el celular o tenerlo sin bloqueo, todo esto puede facilitar el trabajo de los amantes digitales de lo ajeno.
Por tratarse de redes sociales el cibernauta suele darse cuenta del robo una vez que este ha sucedido, cuando las notificaciones de accesos extraños o que él no ha realizado llegan a sus otras cuentas. Cambiar contraseñas será lo primero por hacer si continuamos con acceso a nuestras redes y en caso de no ser así, será necesario comunicarnos con las plataformas correspondientes.
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