Contar con un sitio web es algo necesario en la actualidad, para no perder mercado ante nuestros competidores. Estar en línea no necesariamente implica una ventaja competitiva, sino una necesidad pues se vislumbre que llegará el momento donde los esfuerzos digitales, desbanquen cualquier otro esfuerzo offline.
¿Pero qué pasa cuando animosamente hacemos nuestra página web y la dejamos a medias? A ese suceso de le conoce como Síndrome del Sitio Inconcluso (SSI) y, aunque parezca inofensivo, es sumamente perjudicial. El SSI implica que una página quedó semilista, es decir, se lanzó, pero no fue depurada.
Dentro de sus características se encuentran:
- No tener un solo idioma.
- Portafolios y páginas de productos no actualizados.
- Elementos que jamás se colocaron y que dejaron páginas activas vacías.
- Necesidad de elementos externos para funcionar bien.
¿En qué afecta? De entrada, afecta al usuario que la navega; entorpeciendo su vista y hasta ahuyentándolo al ver una página no terminada. Peor aún, afecta mucho más porque –recordando a nuestros amigos Google Penguin y Google Panda–, el sitio no cuenta con los suficientes elementos como para ser candidatos a estar en las primeras posiciones.
Al momento de hacer un sitio web, debemos estar al pendiente de no caer en el SSI. A final de cuentas, lo que buscamos accediendo al marketing digital, son mejores resultados, no resultados perjudiciales que le quiten prestigio a nuestra empresa.
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