Tomando en cuenta que internet no es un producto secundario de los medios de comunicación masivos sino que, por el contrario, es un medio de comunicación principal que demuestra ser mucho más efectivo para algunas prácticas relacionadas con marketing y publicidad –y siguiendo con la diferenciación entre la mercadotecnia digital y la tradicional–, esta vez tocaremos un tema medular que diferencia las prácticas de marketing digital con las antiguas prácticas: la repetición de los mensajes expuestos.
Por el costo que representa producir una serie de anuncios, los comerciales expuestos en televisión y radio, suelen ser repetitivos y, por más que haya empresas que se esfuercen en hacer más de uno, la realidad es que, tarde o temprano, estos terminarán por ser repetitivos. La situación se intensifica si planteamos la forma de exponer a una empresa en un espectacular o en un anuncio en una revista.
Usando como referencia las cuestiones mencionadas, muchas empresas no se dan cuenta de la mucho mayor apertura que da el internet y desaprovechan la oportunidad de exponerse con todo un repertorio que permita hacerlos ser percibidos como originales y, por el contrario, ahora sí, usan al internet como si fuera un producto secundario de los medios de comunicación masivos.
El internet da apertura a la variedad e, implícitamente, casi prohíbe la repetición. Aunque es verdad que la página web de una marca no puede estar cambiando cada día, los otros métodos para exponerse en la red sí deben ser obligatoriamente variados para no hacer caer al consumidor en el tedio.
Entonces, así como en pasadas entradas se habló de como a nadie le gusta convivir con un egocéntrico, tampoco a mucha gente le gusta estar conviviendo con alguien que es incapaz de salir del mismo tema todas las veces que se convive con él. Decir de lo mismo todo el tiempo, aburre. No busquemos exponer a nuestras empresas como aburridas.
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