La información en internet es tan vasta que –indiscriminadamente– podemos encontrar un sinfín de contradicciones de un mismo tema. Más allá de la percepción personal que cualquier pueda expresar en línea, existen espacios que lo único que pretenden es mostrar ‘fórmulas mágicas’ que intentan erradicar todo lo establecido, procurando dar a entender que solo una es la solución y esa es la que se está dando en dicho espacio. Dichos espacios quieren manifestarse como los ‘profesionales de profesionales’ y, aunque con un poco de perspicacia nos podríamos dar cuenta de cuán fraudulentos pueden ser, existe gente que cae y confía en ellos.
Bueno, pues no está de más decir –por si es que alguien que nos lee, aún cae en dichos juegos– que las recetas al éxito no existen y mucho menos se exponen tan a la ligera en la red. Por supuesto, existen procesos de optimización que, de ser seguidos, aligerarán el camino y nos harán cumplir con objetivos. No obstante, cualquiera que nos venda triunfos asegurados en la red, nos está engañando.
Probablemente, el tema parece salirse un poco de contexto de lo que este blog suele exponer, ¡pero no lo hace! El internet a exponenciado la generación de pseudo-gurús del marketing digital que buscan atraparnos y hacernos creer que son ellos los que saben qué es éxito y como conseguirlo y nadie más.
He ahí la importancia del tema. El éxito en el marketing digital se construye a través de una serie de esfuerzos que nos permitan ganar mercado de una manera honesta. Para ello, se necesitan una serie de herramientas y prácticas que, de acuerdo a su calidad, nos permitirán lograr nuestros objetivos a mediano y a largo plazo. Y ese es el punto medular del tema: al menos en marketing digital, nada es inmediato.
Por eso, cuando un ‘gurú’ del marketing nos quiera apantallar, solo nos queda alejarnos de su espacio. No lo podemos erradicar, tal vez; pero sí podemos dejar de consumirlo y generar la conciencia de que sus prácticas son indebidas y no llevan a absolutamente nada.
Lo único que podemos asegurar es que, si se busca generar reputación online, ganarse la confianza del cliente, no hay nada como decir la verdad y estar conscientes de que ésta no es ni remotamente absoluta y puede ser rebatida con los argumentos suficientes para hacernos entender que a lo mejor no estamos tan certeros en nuestros pensamientos como pensábamos.
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